Atlético no se resignó a sufrir una inmerecida derrota ante Estudiantes y gracias a Acosta y a su guerrero Aliendro mantuvo el invicto en el torneo, con el 1-1.
Raspar, morder, lastimar, en ese orden y sin pausas. Así se fue armando Atlético en esta temporada que lo tiene peleando la cima de la Superliga y exhibiendo un invicto que para muchos de sus rivales quedó en un sueño de primavera. El punto que se trae a Tucumán es importante, porque jamás debió estar en desventaja el “Decano” ante Estudiantes, que siempre encuentra la manera de complicarlo. Lo cierto es que este 1-1 sí sirve y mucho, porque el equipo continúa ratificando que nadie le ganará así porque sí. Hay empates y empates, y el de ayer fue de los positivos. Ahora, a pensar en Independiente.